Cuando era el típico canijo que le gustan los dinosaurios nunca pensé que podría llegar a donde he llegado; y aquí estoy, escribiendo un texto que representa lo que soy, y lo que será mi vida a partir de ahora.

Creo que tenía 4 o 5 años cuando estuve en la casa de mi vecina. Nos pusimos a jugar con figuritas. Algunas de ellas eran los clásicos dinosaurios antiguos de plástico, de un color verde botella, y fueron estas las que decidió regalarme (y doy gracias por ello). Se podría decir que este sería el momento en el que fundaría mi futuro: la fundación de mi pasión por los dinosaurios y la paleontología. Pero no os preocupéis que siempre hay un “por supuesto”.

Esto, por supuesto, no fue lo único que llenó mi infancia dinosáurica. Durante varios años disfruté de maravillas televisivas como Caminando entre Dinosaurios (el emitido en Tve, que lo grabó mi familia en el DVD) o En busca del valle encantado, que como buen aficionado al tema no podía fallar en verlo. También llegaron a mi vida películas como Dinosauriode Disney oFantasía, en la cual aparecen dinosaurios también. A esto añadir colecciones de libros como los tomos verdes de Planeta De Agostini o series como Dinotopíao Dinosaur King. Y muy probablemente, a medida que lees este texto, te percatarás de que aquí falta algo, y además algo importante.

Pues curiosamente tardé mucho en ver por primera vez Parque Jurásico. Y más todavía en leer el libro. Pero ea, algunas veces se dice que lo bueno se hace esperar. Soy muy fan, nada más que decir al respecto. 😉

Todo este contenido me llevó a fascinarme por la paleontología como nunca antes lo había hecho. A partir de los 8 o 9 años comencé en serio a estudiar cosas sobre dinosaurios, fósiles y otros animales extintos. Como muchos otros, sufrí el rechazo al completo por parte de la gente que supuestamente me debía orientar en mi carrera académica. Pero yo mantuve mi pasión pese a ir a contra corriente. De esta manera, comencé una aventura en Youtube y en internet que cambiaría mi vida para siempre: quien diría que un nombre como Chimmysaurus acabaría convirtiéndose en mi nombre artístico.

Poco a poco fui recibiendo apoyo por parte de la gente que compartía las mismas pasiones que yo, y gracias a ello puedo decir que actualmente me dedico, bajo este nombre, a divulgar, dibujar y compartir paleoarte, disfrutar de la comunidad paleontológica, e incluso a crear música sobre paleontología y dinosaurios. Y gracias a esta maravillosa comunidad pude conocer a personas maravillosas que me impulsaron no sólo en este ámbito sino también en el profesional.

En 2017 compré una entrada de 12 euros sólo para ir a ver a Francesc Gascó (El Pakozoico). Si no fuese por él no habría descubierto el campo de trabajo de paleoicnología de La Rioja ni a Angélica Torices, y por ello no habría iniciado mi trabajo como investigador ni habría asistido a un congreso científico ni publicado mi primer artículo. Sin el impulso de todos no podría haber ido a las excavaciones, y probablemente no habría conocido a toda la gente que conozco a día de hoy. Si no fuese porque de un día para otro decidimos ir al II Encuentro de Paleoarte no habría llegado a conocer a todos mis amigos con los que comparto esta pasión, y entre ellos con los que fundaría esta asociación: Proyecto Nublar.

Quién me diría que un pequeñajo de 5 años haría su sueño realidad construyendo una asociación que mantiene vivo este sentimiento con los que lo sienten igual. Y son personas maravillosas.

Sólo me queda decir una cosa: esto va a llegar muy lejos, así que sujetaos a vuestros asientos que la visita al parque de nuestra vida sólo acaba de empezar. Hace 16 años se fundaba la fascinación por los dinosaurios en un niño. Hoy se funda la asociación que dará voz a la fascinación por los dinosaurios de todo el mundo.

Sergio López,
Secretario de Proyecto Nublar.